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Wednesday, February 9, 2011

OVACION EN PIE

FEBRERO 10

LEA: Hechos 6:8-15; 7:54-60
He aquí, veo […] al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. —Hechos 7:56

Susan Boyle pasó la mayor parte de su vida viviendo con su gata Pebbles, cuidando a su madre anciana y cantando en la iglesia. Sin duda, no parecía una súper estrella de la música. Quizá por eso, la audiencia se reía de esta sencilla mujer de mediana edad, antes de que cantara en un programa de búsqueda de talentos. Sin inmutarse, Susan enfrentó a la antipática multitud, cantó maravillosamente y, como resultado, recibió una ovación del público en pie.
En la época de la iglesia primitiva, Esteban se enfrentó con una multitud hostil (Hechos 6–7). Un tribunal de líderes religiosos escuchó a los testigos falsos que lo acusaron de blasfemia (Hechos 6:13). Esteban respondió declarando la verdad de la Palabra de Dios, que reafirmaba su fe en Cristo. Al final de su discurso, dijo: «He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios» (7:56). Entonces, la multitud lo apedreó (v. 58). Jesús, que miraba desde el cielo, le dio la bienvenida a casa.
La mayoría de los creyentes no enfrenta tanta hostilidad. Sin embargo, todos necesitamos estar «firmes en el Señor» cuando aparecen las presiones (Filipenses 4:1). No podemos permitir que los demás acallen nuestra voz que habla de Cristo. Proclamar a Jesús no siempre obtiene el favor de las multitudes aquí en la tierra, pero sí asegura la aprobación del Señor en el cielo, donde es más importante.
Si encuentras oposición, tal vez sea la prueba de que estás haciendo algo valioso.
Biblia en un año: 

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