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Wednesday, September 21, 2011

MAS ALLÁ DEL STATUS QUO


Dia 22
LEA: Juan 5:35-47
Y no queréis venir a mí para que tengáis vida. —Juan 5:40

El Dr. Jack Mezirow, profesor emérito de Columbia Teachers College, cree que un elemento básico en la enseñanza a adultos es desafiar las arraigadas percepciones personales y evaluar nuestro discernimiento con una actitud crítica. Dice que los adultos aprenden mejor cuando se enfrentan con lo que él denomina un «dilema desorientador»: algo que «te ayuda a reflexionar drásticamente sobre las suposiciones que has adquirido» (Barbara Strauch, The New York Times). Esto es la contracara de decir: «Lo tengo muy claro; no me confundan con los hechos».

Cuando Jesús sanó durante el día de reposo, desafió las creencias profundamente arraigadas de muchos líderes religiosos, y ellos procuraron silenciarlo (Juan 5:16-18). Jesús les dijo: «Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida» (vv. 39-40).

Oswald Chambers señaló: «El Señor tiene una manera de exponer realidades que confunde las doctrinas de un hombre si estas se interponen en Su camino para llegar a su alma».

Las experiencias perturbadoras que nos llevan a cuestionar nuestras suposiciones acerca del Señor pueden guiarnos a una comprensión más profunda de Su persona y a confiar en Dios… si estamos dispuestos a analizarlas y a ir a Él.

«La vida que no se examina no vale la pena vivirla» —Sócrates.

Biblia en un año:
Eclesiastés 10–12
Gálatas 1

UNA LECCIÓN SOBRE EL LLANTO


Dia 21
LEA: Apocalipsis 21:1-7
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación… —Mateo 5:4

¿Alguna vez se te rompió el corazón? ¿Cuál fue la causa? ¿Crueldad, fracaso, infidelidad, pérdida? Quizá te escurriste en la oscuridad para llorar.

Es bueno llorar. «Las lágrimas son la única cura para el llanto», dijo el predicador escocés George MacDonald. Llorar un poco le hace bien a la persona.

Jesús lloró ante la tumba de Su amigo Lázaro (Juan 11:35), y también llora con nosotros (v. 33). Nuestras lágrimas captan la compasión y el interés de nuestro Señor. Él está al tanto de nuestras noches de angustia e insomnio. Su corazón se duele cuando sufrimos. Él es el «Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones» (2 Corintios 1:3-4). Además, utiliza a Su pueblo para que se consuele mutuamente.

No obstante, las lágrimas y nuestra necesidad de consuelo vuelven con demasiada frecuencia en esta vida. El consuelo presente no es la respuesta final. Hay un día futuro cuando ya no habrá muerte, ni tristeza ni llanto, porque todas estas cosas «pasaron» (Apocalipsis 21:4). Allí, en el cielo, Dios enjugará toda lágrima. Nuestro Señor nos ama tanto y Su amor es tan profundo y personal, que Él mismo será quien seque las lágrimas de nuestros ojos.

Recuerda, «bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación» (Mateo 5:4).

Dios se preocupa por nuestras angustias y las comparte.

Biblia en un año:
Eclesiastés 7–9
2 Corintios 13

¿Estás preparado?


Dia 20
LEA: 2 Pedro 3:1-13
El Señor no retarda su promesa… —2 Pedro 3:9


Muchos recordarán el segundo semestre de 2008 como el principio de la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de 1929. Durante los meses siguientes, gran cantidad de gente se quedó sin trabajo, sin casa y sin inversiones. Un año después, en una entrevista en la BBC, Alan Greenspan, ex director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, señaló que la mayoría de la gente cree que esto no volverá a suceder. Dijo: «La inextinguible capacidad del ser humano cuando se enfrenta con largos períodos de prosperidad es suponer que la situación seguirá del mismo modo».


Suponer que las cosas continuarán como siempre no es un punto de vista exclusivo del siglo xxi. En el siglo i, Pablo escribió sobre algunas personas que pensaban que la vida seguiría igual y que Cristo no regresaría. Dijo: «… desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación» (2 Pedro 3:4). Jesús dijo que iba a volver, pero la gente seguía viviendo en desobediencia, como si Él nunca fuera a regresar. Pero Su tardanza se debe únicamente a la paciencia de Dios para con nosotros, porque Él no quiere «que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento» (v. 9).


Pablo nos dice que los creyentes deben vivir «sobria, justa y piadosamente», a la luz del seguro retorno de Cristo (Tito 2:12). ¿Estás preparado para encontrarte con Él?


Jesús puede venir en cualquier momento, así que, deberíamos estar preparados siempre.


Biblia en un año: 
Eclesiastés 4–6
2 Corintios 12

EPOCA DE ALTIBAJOS


Dia 19
LEA: Eclesiastés 3:1-8
Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar. —Eclesiastés 3:4


Casi todos coincidiríamos en que la vida tiene altibajos. El sabio rey Salomón estaba convencido de esto y reflexionó sobre nuestras reacciones ante las circunstancias fluctuantes. En Eclesiastés, escribió: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. […] tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar» (3:1-4).


El padre de Salomón, David, fue considerado «un varón conforme [al] corazón [de Dios]» (1 Samuel 13:14; Hechos 13:22). Sin embargo, su vida ilustra que esta puede estar llena de épocas buenas y malas. David lloró por la enfermedad mortal de su primer hijo, que tuvo con Betsabé (2 Samuel 12:22). Aun así, también escribió canciones de alabanza y de gozosa alegría (Salmo 126:1-3). Con la muerte de su rebelde hijo Absalón, atravesó un período de profunda angustia (2 Samuel 18:33). Y cuando el arca del pacto fue llevada a Jerusalén, David danzó delante del Señor en un éxtasis espiritual (2 Samuel 6:12-15).


Nos perjudicamos a nosotros mismos y a los demás cuando decimos que la vida cristiana es tranquila y feliz todo el tiempo. La Biblia, en cambio, describe el andar del creyente como una serie de altibajos. ¿En qué período te encuentras? Ya sea que atravesemos un tiempo de gozo o de tristeza, cada época debería motivarnos a buscar al Señor y a confiar en Él.


Cada época requiere fe para atravesarla.


Biblia en un año: 
Eclesiastés 1–3
2 Corintios 11:16-33

Sunday, September 18, 2011

PAPI!


Dia 18
LEA: 2 Reyes 19:10-19
Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira… —2 Reyes 19:16

Santiago, de 20 meses de edad, guiaba confiadamente a su familia por el pasillo de su inmensa iglesia. El papá no le quitaba los ojos de encima mientras el niño se abría camino entre la multitud de «gigantes». De pronto, el muchachito entró en pánico porque no podía ver a su padre. Se detuvo, miró para todos lados y empezó a gritar: «¡Papi! ¡Papi!». Al instante, su papá se le puso al lado y el pequeño Santiaguito le extendió la mano, la cual el padre sujetó con fuerza. De inmediato, el niño se quedó tranquilo.

En 2 Reyes, se narra la historia del rey Ezequías, el cual recurrió a Dios para que lo ayudara (19:15). Senaquerib, el rey de Asiria, lo había amenazado a él y al pueblo de Judá, diciendo: «… No te engañe tu Dios en quien tú confías […]. He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás tú? (vv. 10-11). El rey Ezequías recurrió al Señor y oró pidiéndole que los librara, «para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres Dios» (vv. 14-19). En respuesta a su oración, el ángel del Señor atacó al enemigo y Senaquerib se retiró (vv. 20-36).

Si estás atravesando una situación en la que necesitas la ayuda de Dios, extiende tu mano hacia Él en oración. El Señor ha prometido enviar Su consuelo y auxilio (2 Corintios 1:3-4; Hebreos 4:16).

El amanecer de la liberación divina suele venir después de la hora de prueba más oscura.

Biblia en un año:
Proverbios 30–31
2 Corintios 11:1-15

Friday, September 16, 2011

SIN MARCHA ATRAS



Dia 17
LEA: Éxodo 16:1-12
… En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto. —Éxodo 16:6


La primera vez que la vi, me enamoré. Era hermosa. Elegante. Limpia. Radiante. En cuanto divisé la berlina Ford Thunderbird 1962 en el estacionamiento de automóviles usados, su brillante exterior y su mortífero interior me atrajeron. Sabía que era el coche para mí. Así que, me despojé de 800 dólares y compré mi primer auto.


Pero dentro de mi preciada posesión acechaba un problema. Pocos meses después de comprar mi T-Bird, repentinamente empezó a mostrarse rara en cuanto a la dirección en que podía conducirla. Me dejaba avanzar, pero no podía retroceder. No tenía marcha atrás.


Aunque no tener marcha atrás es un problema para un automóvil, a veces es bueno que nosotros nos parezcamos un poco a mi viejo T-Bird. Es necesario que sigamos avanzando, sin posibilidad de poner la vida marcha atrás. En nuestro andar con Cristo, debemos negarnos a retroceder. Pablo lo dijo con sencillez: «… prosigo a la meta…» (Filipenses 3:14).


Quizá el pueblo de Israel podría haber usado la caja de cambios de mi T-Bird. En Éxodo 16, leemos que corrían peligro de poner la vida marcha atrás. A pesar de los numerosos milagros que Dios había hecho, anhelaban volver a Egipto y no confiaban en que Él podía guiarlos para seguir adelante.


Es necesario que nos mantengamos avanzando en nuestro andar con Dios. No retrocedamos. Miremos hacia adelante. Sigamos adelante.


Cuando enfrentes una crisis, confía en Dios y sigue avanzando.


Biblia en un año: 
Proverbios 27–29
2 Corintios 10

SE UN PAJE DE ARMAS



Dia 16
LEA: 1 Samuel 14:1-14
… Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad. —1 Samuel 14:7

Los israelitas y los filisteos estaban en guerra. Mientras Saúl descansaba con sus hombres debajo de un granado, Jonatán y su paje de armas salieron silenciosamente del campamento para ver si el Señor obraría a favor de ellos, ya que estaban convencidos de que «no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos» (1 Samuel 14:6).

Jonatán y su asistente estaban a punto de cruzar un sendero entre dos altos peñascos. Soldados enemigos, armados, estaban posicionados encima de ellos, a ambos lados. Eran dos hombres contra quién sabe cuántos. Cuando Jonatán sugirió que subieran para atacarlos, el paje de armas nunca se acobardó. «Haz todo lo que tienes en tu corazón», le dijo al príncipe. «Aquí estoy contigo a tu voluntad» (v. 7). Entonces, los dos subieron al peñasco y, con la ayuda de Dios, derrotaron al enemigo (vv. 8-14). Debemos admirar a este valiente paje de armas: escaló ese peñasco cargando con toda la armadura y se quedó con Jonatán, siguiéndolo por detrás y matando a todos los que él hería.

La iglesia necesita líderes fuertes que enfrenten a nuestros enemigos espirituales, pero no debemos dejar que lo hagan solos. Ellos necesitan la ayuda y el respaldo de todos los miembros de la congregación; fieles «pajes de armas» como tú y yo que estén dispuestos a unirse a ellos en la batalla contra el «enemigo de nuestras almas».

Los líderes dan lo mejor de sí cuando la gente los respalda.

Biblia en un año:
Proverbios 25–26
2 Corintios 9

Wednesday, September 14, 2011

LEVANTAMIENTO DE PESAS


Dia 15
LEA: Mateo 11:25-30
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados… —Mateo 11:28

Un día, encontré a mi hijo completamente tenso intentando levantar sobre su cabeza una barra con un par de pesas de casi dos kilogramos… una hazaña ambiciosa para un niño pequeño. Solo la había separado unos centímetros del suelo, pero su mirada mostraba que estaba decidido a hacerlo y su cara estaba roja por el esfuerzo. Entonces, me ofrecí para ayudarlo y, juntos, logramos levantar el peso hacia el techo. El levantamiento de pesas que era tan difícil para él, fue fácil para mí.

Jesús tiene esta misma perspectiva respecto a las cosas que nos resultan difíciles de manejar. Cuando la vida parece una sucesión de catástrofes, al Señor no lo perturba una pequeña colisión con el automóvil, un dolor de muelas ni una discusión acalorada. ¡Ni aunque todo esto suceda el mismo día! Él puede encargarse de todo y, por esta razón, dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados…» (Mateo 11:28).

¿Estás agotado por los incesantes problemas? ¿Te sientes aplastado por el estrés y las preocupaciones? Jesús es la única solución verdadera. Acercarnos al Señor en oración nos permite echar sobre Él nuestras cargas para que nos sostenga (Salmo 55:22). Pídele hoy que te ayude con todas tus cosas. Al ayudarte a llevar la carga, puede darte el descanso que tu alma necesita, porque Su yugo es fácil y Su carga es liviana (Mateo 11:29-30).

La oración es el lugar donde las cargas cambian de hombro.

Biblia en un año:
Proverbios 22–24
2 Corintios 8

ELEVARCE HACIA LA CIMA


Dia 14
LEA: 1 Samuel 15:17-30
Nada hagáis por contienda o por vanagloria… —Filipenses 2:3

«Falta de ambición». Esta es una frase que no te gustaría ver en tu evaluación laboral. En lo que respecta al trabajo, los empleados que no tienen ambiciones raras veces ascienden a la cima de una organización. Nada se consigue si no existe un imperioso deseo de lograr algo. No obstante, la ambición tiene un lado oscuro. A menudo, se refiere más a elevar el yo que a llevar a cabo alguna tarea noble para beneficio de los demás.

Así sucedió con muchos de los reyes de Israel, incluso con el primero. Saúl empezó con humildad, pero gradualmente fue considerando que su posición era algo que le pertenecía. Se olvidó de que Dios le había encomendado que liderara a Su pueblo escogido para que este les mostrara a otras naciones cómo llegar a Él. Cuando el Señor lo relevó de sus funciones, lo único que le preocupaba a Saúl era su propia persona (1 Samuel 15:30).

En un mundo donde la ambición suele impulsar a las personas a hacer lo que sea necesario para ascender a posiciones de poder sobre los demás, Dios llama a Su pueblo a vivir de una manera nueva y diferente. No debemos hacer nada motivados por una ambición egoísta (Filipenses 2:3), y tenemos que dejar de lado el peso del pecado que nos atrapa (Hebreos 12:1).

Si deseas ser alguien que realmente «asciende», haz que tu ambición sea amar y servir a Dios con humildad, con todo tu corazón, alma, mente y fuerzas (Marcos 12:30).

Si nuestra mirada no está enfocada en Dios, la ambición es corta de vista.

Biblia en un año: 
Proverbios 19–21
2 Corintios 7

Monday, September 12, 2011

AMNESIA DE CARACTER




Dia 13
LEA: Job 1:13-22
Hubo […] un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. —Job 1:1


Al parecer, los jóvenes chinos están empezando a olvidar cómo escribir los caracteres que componen la hermosa caligrafía de su idioma tradicional. Algunos denominan este fenómeno «amnesia de carácter». El extendido uso de computadores y de teléfonos móviles suele significar que se descuida la escritura y que algunos ya no pueden recordar los caracteres que aprendieron en la niñez. Un joven dijo: «La gente ya no escribe más a mano, excepto el nombre y la dirección».


Algunas personas parecen tener una clase diferente de «amnesia de carácter». Cuando enfrentan un dilema, parecen «olvidarse» de cuál es el proceder correcto y, en su lugar, escogen la salida más fácil.


Dios dijo que Job era «hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (Job 1:8). Permitió que Satanás le quitara todo lo que tenía: hijos, riqueza y salud. Sin embargo, a pesar de esas circunstancias que le desgarraron el corazón, Job se negó a maldecir a Dios. «En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno» (v. 22). Satanás había contradicho la afirmación del Señor respecto al carácter impecable de Job, pero se comprobó que estaba equivocado.


¿Amnesia de carácter? No. El carácter es lo que somos; no es algo que «olvidamos». Los que pierden el carácter lo hacen a propósito.


Cuando la riqueza se va, se pierde poco; cuando se va la salud, algo; pero si se va el carácter, ¡todo está perdido!


Biblia en un año: 
Proverbios 16–18
2 Corintios 6
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Saturday, September 10, 2011

PROPUESTA DE MATRIMONIO





Dia 27LEA: Filipenses 2:1-11[Jesús] se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. —Filipenses 2:8
Cuando estudiaba en la universidad, oí muchísimas historias sobre compromisos. Mis soñadoras amigas hablaban de restaurantes glamorosos, atardeceres en la montaña y paseos en carruajes tirados por caballos. También recuerdo sobre un muchacho que simplemente le lavó los pies a su novia. Su «modesta propuesta de matrimonio» demostraba que entendía que la humildad es vital en un compromiso para toda la vida.

El apóstol Pablo también comprendía el significado de la humildad y su eficacia para mantenernos unidos. Esto es particularmente importante en el matrimonio. Pablo instó a resistir los impulsos de «primero yo»: «Nada hagáis por contienda o por vanagloria…» (Filipenses 2:3). En cambio, deberíamos valorar a nuestros cónyuges más que a nosotros mismos, y ocuparnos de complacerlos.

La humildad en acción significa servir al cónyuge, y ningún servicio es demasiado pequeño ni demasiado grande. Después de todo, Jesucristo «… se humilló a sí mismo, […] hasta la muerte, y muerte de cruz» (v. 8). Su generosidad manifestó Su amor hacia nosotros.

¿Qué puedes hacer hoy para servir con humildad a la persona que amas? Quizá sea algo tan sencillo como no incluir coles de Bruselas en el menú o tan difícil como ayudarlo durante una larga enfermedad. Sea lo que sea, poner las necesidades del cónyuge por encima de las personales confirma el compromiso mutuo que practica una humildad como la de Cristo.

Si piensas que se puede amar demasiado al cónyuge, quizá no hayas amado lo suficiente.

Biblia en un año: 
Salmos 120–122
1 Corintios 9

Thursday, August 25, 2011

LA BONDAD DEL SEÑOR


Agosto 26
LEA: Salmo 119:97-104
¡Oh, cuánto amo yo tu ley!… —Salmo 119:97

Hace algunos años, encontré un breve ensayo escrito por Sir James Barrie, un barón inglés. Allí describe íntimamente a su madre, la cual amaba profundamente a Dios y Su Palabra, y que, literalmente, había leído la Biblia hasta deshojarla. «Ahora es mía —escribió Sir James— y, para mí, los hilos negros con que la cosió son parte del contenido».

Mi madre también amaba la Palabra de Dios. La leyó y meditó en ella por más de 60 años. Guardo su Biblia en un lugar destacado de mi biblioteca. También está hecha jirones y rasgada; en cada página manchada están escritos sus comentarios y reflexiones. Cuando yo era niño, solía entrar en su cuarto por la mañana y la encontraba sosteniendo su Biblia en la falda, estudiando detenidamente sus palabras. Lo siguió haciendo hasta el día en que ya no pudo ver más lo que estaba escrito en esas hojas. Aun entonces, su Biblia seguía siendo su libro más precioso.

Cuando la madre de Sir James envejeció, ya no pudo leer más las palabras de su Biblia. Sin embargo, su esposo se la colocaba todos los días en las manos y ella, reverentemente, la sostenía.

El salmista escribió: «¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca» (119:103). ¿Has gustado la bondad del Señor? Abre tu Biblia hoy mismo.

Una Biblia bien leída es señal de un alma bien alimentada.

Biblia en un año:
Salmo 119:89-176
1 Corintios 8

Sunday, June 5, 2011

ENTRADA VALIDA

Marzo 31

LEA: Juan 14:1-10
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. —Juan 14:6

Durante un viaje para enseñar fuera de los Estados Unidos, a mi esposa y a mí nos negaron la entrada al país donde íbamos, debido a problemas con el visado. Aunque pensábamos que la nación que planeábamos visitar había otorgado correctamente los permisos, los consideraron nulos. A pesar de los esfuerzos de varios funcionarios del gobierno, no se pudo hacer nada. No nos dejaron entrar y nos ubicaron en el siguiente vuelo, de regreso a nuestro país. Ninguna intervención pudo modificar el hecho de carecer de la autorización adecuada para ingresar.
Esa experiencia en mi vida fue angustiante, pero no puede compararse en lo más mínimo con el definitivo rechazo a entrar. Me estoy refiriendo a aquellos que se presenten delante de Dios sin un pase válido para entrar en el cielo. ¿Qué pasaría si mostraran su registro de esfuerzos religiosos y de buenas obras? No sería suficiente. ¿Qué sucedería si presentaran referencias sobre su personalidad? No serviría. Una sola cosa puede darle a una persona el ingreso al cielo. Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6).
Cristo solo, por medio de Su muerte y resurrección, pagó el precio por nuestros pecados. Y Él es el único que puede darnos el pase autorizado a la presencia del Padre. ¿Has puesto tu fe en Jesús? Asegúrate de tener esta entrada válida para ingresar al cielo.
Biblia en un año: Jueces 11–12 Lucas 6:1-26

Friday, June 3, 2011

SIRVELO HOY

MARZO 30

LEA: 1 Samuel 12:19-25
… vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón. —1 Samuel 12:20

Casi todos nosotros hemos querido tanto alguna cosa que, aunque sabíamos que estaba mal, no paramos hasta conseguirla. Después, nos sentimos apenados por nuestra tozudez espiritual y estupidez. Como consecuencia de haber desobedecido voluntariamente a Dios, podemos enojarnos con nosotros mismos, insensibilizarnos a causa de la culpa o resignarnos a padecer los resultados de nuestra necia equivocación. Sin embargo, hay otra opción.
Cuando los integrantes del pueblo de Israel insistían en tener un rey, a pesar de las advertencias del profeta Samuel (1 Samuel 8:4-9), Dios les permitió hacer lo que querían. Pero, cuando se dieron cuenta de los trágicos resultados de su decisión, le pidieron a Samuel que los ayudara y que orara por ellos (12:19). El profeta le dijo al pueblo: «No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón» (12:20).
No podemos desandar el ayer, pero sí actuar hoy para cambiar el mañana. Samuel prometió orar por ellos y enseñarles la manera correcta de proceder. Los instó a hacer lo siguiente: «Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros» (v. 24).
Dios nos invita a servirlo hoy y a reconocer con humildad Su perdón y Su fidelidad.
Biblia en un año: Jueces 9–10 Lucas 5:17-39


Friday, April 1, 2011

HABLAR SUAVE Y DESPACIO

MARZO 29

LEA: Jueces 7:24–8:3
La blanda respuesta quita la ira… —Proverbios 15:1

John Wayne, un famoso actor norteamericano e ícono cinematográfico, dijo una vez: «Habla suave, habla despacio y no digas demasiado». A mí me cuesta seguir su consejo porque hablo rápido y no siempre lo hago con suavidad ni limito mis palabras. Sin embargo, esta idea de controlar nuestro lenguaje puede ser una herramienta útil cuando se trata del enojo. La Biblia dice que uno debe ser «tardo para hablar» (Santiago 1:19), y que «la blanda respuesta quita la ira» (Proverbios 15:1).
Gedeón respondió con suavidad durante un enfrentamiento verbal con algunos israelitas (Jueces 8). Después que su ejército derrotó a los madianitas, un grupo de conciudadanos lo criticó duramente (v. 1). Estaban ofendidos porque no habían participado en la parte más importante de la batalla. Gedeón no reaccionó con una respuesta áspera, sino que les recordó que habían capturado y asesinado a los príncipes de Madián. También honró a los hombres preguntándoles: «¿… qué he podido yo hacer comparado con vosotros?». Finalmente, «el enojo de ellos contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra» (v. 3).
Con la ayuda del Señor, podemos aplacar las situaciones caldeadas si controlamos nuestras palabras. Responder con amabilidad y delicadeza a las personas enojadas puede fomentar la unidad, para la gloria de Dios.
Muérdete la lengua antes de que esta despedace a los demás.
Biblia en un año: Jueces 7–8 Lucas 5:1-16

Wednesday, March 30, 2011

MEDALLA DE ORO AL ESFUERZO

MARZO 28

LEA: Filipenses 2:4-11

En 2009, durante el campeonato de atletismo de escuelas secundarias en Kansas, sucedió algo inusual. El equipo femenino que ganó la carrera de relevos de 3.200 metros fue descalificado. Pero más raro fue lo que pasó después. El otro equipo, al que se le dio el premio estatal en su lugar, se dio vuelta y entregó las medallas a las integrantes del equipo descalificado.
La primera escuela, St. Mary’s Colgan, perdió el primer puesto porque los jueces consideraron que una corredora había salido de su carril cuando entregó el testigo. Esto significó que el segundo equipo, Maranatha Academy, ascendiera al primer lugar. Después de recibir sus medallas, las chicas del Maranatha vieron los rostros apesadumbrados de las alumnas del St. Mary’s; y entonces, se las dieron, una a cada una.
¿Por qué lo hicieron? Bernie Zarda, entrenadora del equipo del Maranatha, lo expresó así: «Nuestro eslogan del año era no correr para nuestra gloria, sino para la gloria de Dios». Como resultado del proceder de estas jovencitas, la historia trascendió por todo Kansas, y el nombre de Dios fue exaltado.
Cuando dejamos de lado nuestros intereses y logros personales para reconocer que es mejor ocuparse de los intereses de los otros (Filipenses 2:4), vemos que se glorifica el nombre del Señor. Actuar con gracia y bondad hacia los demás es una de las mejores maneras de guiarlos a Dios.
Cuando amamos a Dios, servimos a la gente.
Biblia en un año: Jueces 4–6 Lucas 4:31-44

Saturday, March 26, 2011

TEOLOGIA PARA TODOS

MARZO 27
LEA: Jeremías 23:25-32
… yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra… —Jeremías 9:24


Algunos dicen que la teología es solo para los «profesionales». Sin embargo, la situación en la época de Jeremías ilustra por qué es importante que todos sepan lo que Dios dice acerca de sí mismo.
Los expertos religiosos de los días del profeta estaban tergiversando el mensaje de Dios al profetizar los «delirios de su mente» (Jeremías 23:26 NVI) y desviaban al pueblo con sus mentiras (v. 32). Debido a su falta de honestidad, la gente desconocía la verdadera naturaleza de Dios.
En la actualidad, hay personas que describen a Dios como un ser airado, vengativo y ansioso por castigar a la gente por errores insignificantes. Sin embargo, el Señor se describe diciendo que es «… misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad» (Éxodo 34:6). Otros le muestran al mundo un cuadro de un Señor amoroso, que es demasiado bueno para castigar la maldad. Pero Él se representa como alguien que ejerce juicio y justicia (Jeremías 9:24). Dios es, al mismo tiempo, un Juez justo y un Padre amoroso. Si enfatizamos un atributo por encima del otro, pintamos un cuadro falsificado de Su Persona.
Lo más importante que podemos saber de Dios y que debemos proclamarle al mundo es que el Señor no quiere castigar a la gente, sino que desea que todos se arrepientan, para poder perdonarlos (2 Pedro 3:9). No obstante, para ser en verdad amoroso, también debe ser absolutamente justo.
Todos deben enfrentar a Dios: como Salvador o como Juez.
Biblia en un año: Jueces 1–3 Lucas 4:1-30

Friday, March 25, 2011

Eclipse De Colon

Marzo 26
LEA: 2 Corintios 2:14-17 
… no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios… —2 Corintios 2:17

En uno de sus viajes, Cristóbal Colón descubrió que los alimentos para la tripulación casi se habían terminado. Anclado frente a las costas de Jamaica, estaba agradecido de que los isleños le dieran comida. Pero, con el tiempo, esos regalos fueron disminuyendo y los marineros empezaron a morirse de hambre.
Por un libro de astronomía, Colón sabía que, en breve, habría un eclipse lunar. Entonces, reunió a los jefes nativos y les dijo que Dios estaba enojado porque ellos eran egoístas, y que escondería la luna. Al principio, los isleños se burlaron, pero, al ver que el disco plateado lentamente comenzaba a oscurecerse, se aterrorizaron y llevaron comida de inmediato. Colón les dijo que si oraban, la luna volvería. Aunque podamos comprender la situación, el «mensaje de Dios» que dio el navegante fue deshonesto y para beneficio personal.
Consciente de la existencia de charlatanes religiosos, que falsificaban la Palabra de Dios para satisfacer sus deseos, el apóstol Pablo escribió: «… no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo» (2 Corintios 2:17).
Debemos cuidarnos en todo momento de no distorsionar el mensaje del Señor, para obtener lo que queremos de los demás. Con un corazón entregado a Dios, debemos comunicar con honestidad las verdades espirituales que beneficien a los oyentes.
Compartir la verdad de Dios es en beneficio de los demás, no para nuestra prosperidad.
Biblia en un año: Josué 22–24 Lucas 3

FRACASOS ANONIMOS

MARZO 25

LEA: Juan 21:3-17
Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. —Juan 21:9

Mi obligación es asar las hamburguesas, los chorizos, la carne o cualquier otra cosa que mi esposa incluya en el menú. Y, aunque no soy el mejor de los chef cuando se trata de cocinar al aire libre, me encanta sentir el aroma inolvidable de asar alimentos sobre las brasas de carbón. Por eso, la mención de las «brasas», en Juan 21:9, me llama la atención. Además, suelo preguntarme por qué Juan incluyó este detalle en la historia sobre el llamado que Jesús le hace a un fracasado Pedro, para que volviera a seguirlo y a servirlo.
En los versículos 1-3, es evidente que Pedro había reiniciado su negocio pesquero. Apenas unos días antes, estaba calentándose las manos en un fogón, después de haber negado a Jesús para salvar el pellejo (Juan 18:17-18). Entonces, ¿por qué no volver a la pesca?
Mientras Pedro y sus compañeros arrojaban las redes, el Señor preparó un fuego en la playa. ¿Se trató de una coincidencia? ¡Lo dudo! Y mientras Pedro se acercaba a Jesús, me pregunto si el intenso aroma de las brasas le hizo recordar aquel otro fogón, donde le había fallado a Cristo. Aun así, en Su misericordia, Jesús tomó la iniciativa de volver a llamarlo a Su servicio.
Piénsalo: Jesús está dispuesto a perdonar nuestros fracasos y llamarnos a servirlo. Después de todo, si solo las personas perfectas fueran aptas para Su servicio, ¡no tendría nadie a quien elegir!
La imperfección no descalifica para servir a Dios; nos hace depender más de Su misericordia.
Biblia en un año: Josué 19–21 Lucas 2:25-52

Wednesday, March 23, 2011

PROBLEMAS DE DINERO

MARZO 24

LEA: Lucas 12:22-31
No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. —Lucas 12:32

De las palabras de Jesús registradas en la Biblia, Él habla más sobre el dinero que de cualquier otro tema. Lucas 12 ofrece un buen resumen de Su perspectiva: no condena tener bienes, pero sí advierte sobre el peligro de confiar en el dinero para asegurarnos el futuro, porque es incapaz de resolver los problemas más importantes de la vida.
Aunque el Señor se refiere a muchos aspectos relacionados con este tema, parece concentrar todo en esta pregunta: ¿Qué efecto tiene el dinero sobre ti? Las posesiones pueden controlar la vida de una persona y desviar su atención, que debe estar centrada en Dios. Jesús nos desafía a liberarnos del poder del dinero… aunque eso signifique despojarnos de todo.
Él insta a sus oyentes a hacerse tesoros en el reino de Dios, porque estos pueden beneficiarlos en esta vida y también en la venidera. «No se preocupen», dijo (v. 22 NVI), porque Dios es el que suple nuestras necesidades. Y después, para enfatizar el concepto, trajo a colación al rey Salomón, el hombre más rico del Antiguo Testamento. Jesús dijo que Dios viste de manera más gloriosa una flor silvestre que a un rey majestuoso. Por eso, no debemos afligirnos (vv. 27-29), sino buscar «el reino de Dios, y todas estas cosas [nos] serán añadidas (v. 31).
Es mejor confiar en Dios, que se ocupa generosamente de toda la tierra, que pasarnos la vida preocupándonos por el dinero y las posesiones.
La verdadera medida de nuestra riqueza es lo que tendremos en la eternidad.
Biblia en un año: Josué 16–18 Lucas 2:1-24

Tuesday, March 22, 2011

GRACIAS!

Marzo 22 
LEA: 1 Crónicas 16:7-10, 23-26
¡Alaben al Señor…! —1 Crónicas 16:8 NVI 

Cuando visité México, cuánto deseé haber sabido hablar español. Podía decir gracias, muy bien y hola, pero eso era todo. Me cansé de decir solamente gracias a todos los que me hablaban o hacían algo por mí.
Sin embargo, nunca deberíamos cansarnos de expresar palabras de gratitud a Dios. David sabía lo importante que era dar gracias. Después de convertirse en rey de Israel y de hacer construir una tienda para albergar el arca del pacto (donde moraba la presencia de Dios), designó a los levitas «para que ministraran, dieran gracias y alabaran al Señor» (1 Crónicas 16:4 NVI). Allí permanecían muchas personas para ofrecer sacrificios y dar gracias a Dios todos los días (vv. 37-38).
David también les encargó a Asaf y a sus colaboradores un cántico de agradecimiento (1 Crónicas 16:8-36 NVI). Este salmo daba gracias por lo que el Señor había hecho: «sus proezas entre los pueblos» (v. 8), «sus maravillosas obras» (v. 9), «los prodigios y los juicios que ha emitido» (v. 12) y por ser el «Salvador» (v. 35). Esta canción también alababa al Señor por lo que Él es: bueno, misericordioso y santo (vv. 34-35).
Al igual que David, nunca deberíamos cansarnos de decirle gracias a Dios por lo que es y por lo que ha hecho por nosotros. Dedica hoy un tiempo para ofrecerle tu sacrificio de alabanza.
A Dios le agrada el corazón lleno de alabanza.
 Biblia en un año: Josué 13–15 Lucas 1:57-80

COMO FLORECER

Marzo 22 2011




LEA: 1 Pedro 1:1-9
… gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo… —1 Pedro 4:13


 Mi familia y yo vivimos en un apartamento, así que, nuestro «jardín» consta de lo que podemos plantar en macetas para interiores. Durante mucho tiempo, las plantas no florecían, aunque las regábamos y les poníamos fertilizantes. Más tarde, descubrimos que, si queríamos que florecieran, teníamos que rastrillar la tierra y darla vuelta. Ahora, con sus hojas robustas y las flores abiertas, da sumo placer ver nuestras plantas.
A veces, nosotros necesitamos ser rastrillados y dados vuelta, para que nuestra vida florezca. Escribiéndoles a los creyentes perseguidos de su época, Pedro dijo: «Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos…» (1 Pedro 4:12-13).
Como la tierra de nuestras plantas en las macetas, a estos creyentes les estaban «dando vuelta» la vida. El propósito de Dios al hacerlo era permitir que la fe de ellos produjera alabanza y gloria para Él en la revelación de Jesucristo (1:7).
El Señor quiere remover las cosas que ahogan nuestra vida y que nos impiden irradiar gozo. Para hacerlo, a veces tiene que dejar que padezcamos angustias y dificultades; pruebas que ayudan a sacudir la tierra de nuestras vidas. Si hoy estás experimentando algo así, regocíjate. Sométete al toque de Su mano, y adquiere un gozo y una productividad como nunca imaginaste que pudieran existir.
Los que bendicen a Dios en sus pruebas serán bendecidos por Él a través de ellas.
Biblia en un año: Josué 10–12 Lucas 1:39-56

Monday, March 21, 2011

ELOGIOS GRATUITOS

MARZO 21

LEA: Proverbios 16:20-28
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos. —Proverbios 16:24

Durante una época de crisis económica y noticias deprimentes, dos alumnos de la Universidad Purdue decidieron elevar el espíritu de la gente del campus con palabras alentadoras. Todos los miércoles por la tarde, durante dos horas, Cameron Brown y Brett Westcott se paraban junto a una concurrida acera, con un cartel grande que decía «Elogios gratuitos», y expresaban cosas agradables a todos los que pasaban. «Me gusta tu abrigo rojo». «Qué lindas botas para nieve». «Hermosa sonrisa». Algunos estudiantes decían que, todos los miércoles, pasaban a propósito por donde estaban «los chicos de los elogios», solo para oír comentarios amables.
Quedé impactado por estos dos jóvenes, que miraban a la gente con el propósito de elogiarla, en vez de buscar algún error o de criticar. Nosotros, como seguidores de Cristo, ¿es así como vemos a los demás todos los días?
En lugar de ser como esa persona que se concentra en las cosas malas y cuyas palabras son «como llama de fuego» (Proverbios 16:27), podemos adoptar un enfoque diferente, al saber que lo que decimos surge de lo más profundo de nuestro ser. «El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos» (vv. 23-24).
Las palabras agradables pueden ser gratis, pero elevan el alma de manera inapreciable. ¿Por qué no animas hoy a alguien?
Un elogio amable cae suave, pero pesa mucho.
Biblia en un año: Josué 7–9 Lucas 1:21-38