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Monday, January 31, 2011

CORAZONES FALSOS

FEBRERO 1

LEA: Jeremías 17:5-11
Engañoso es el corazón más que todas las cosas… —Jeremías 17:9

Algunas historias verídicas sobre engaño y falsedad pueden sonar más extrañas que la ficción. Según una noticia de Associated Press, una mujer en Georgia fue arrestada después de tratar de pagar una compra de más de 1.500 dólares con un billete falso de un millón. Cuando la indagaron, la clienta, avergonzada, declaró que su ex esposo, un coleccionista de monedas, la había engañado dándole el dinero falso.
El valor del billete hace que nos preguntemos si, de veras, se puede llegar a engañar a alguien hasta el punto de hacerle pensar que es verdadero. De todos modos, quizá esta sea una buena ilustración del casi increíble problema de autoengaño del cual nos advierte el profeta. Cuando Jeremías dijo: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (17:9), expresaba un sentimiento de asombro que va más allá de nuestra capacidad de comprensión. Aquí no está diciendo que a algunos de nosotros nos resulta difícil ser honestos con nosotros mismos, sino que todos experimentamos lo mismo.
Felizmente, Dios escudriña nuestro corazón y entiende lo que nosotros no podemos ver (v. 10). Él nos da todo el fundamento para que digamos: «Señor, necesito que me ayudes. Por favor, muéstranos si estamos siendo honestos con nosotros mismos y contigo. Si no es así, ayúdanos a cambiar y a fiarnos de ti y no de nosotros».
Sólo se sobrevive en un mundo engañoso confiando en Aquel que nunca engaña.
Biblia en un año: 

Sunday, January 30, 2011

IGNORAR LA GRACIA

ENERO 31

LEA: Mateo 7:13-23
Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. —Mateo 7:14

En el agitado centro de una de las grandes ciudades de Asia, quedé maravillado ante las intensamente concurridas aceras. Parecía que no quedaba lugar para moverse en medio de la aglomeración humana. Sin embargo, también daba la impresión de que todos iban a la máxima velocidad.
Me llamó la atención el sonido suave, casi como un lamento, de un trompetista que ejecutaba «Sublime gracia». La multitud parecía ignorar tanto al músico como la melodía. Aun así, él seguía tocando y entregando un mensaje musical sobre el amor de Dios a cualquiera que conociera la canción y pensara en sus palabras mientras él la ejecutaba.
Pensé en esta situación como si fuera una parábola. La música parecía una invitación a las masas para que siguieran a Cristo. Como sucede con el mensaje del evangelio, algunos creen en la sublime gracia de Dios y deciden tomar el camino angosto. Otros la ignoran, lo cual alude al camino ancho que lleva a la destrucción eterna. Jesús dijo: «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (Mateo 7:13-14).
Jesús murió para que «todo aquel» que invoque Su nombre (Romanos 10:13) encuentre perdón en Su gracia.
Creer en Cristo es recibir la salvación.
Biblia en un año: 

MIRAR Y APRENDER

ENERO 30

LEA: Deuteronomio 11:18-21
Instruye al niño en su camino… —Proverbios 22:6

Mientras un árbitro estaba parado detrás de la base durante un partido de softbol femenino, oyó que la madre de una jugadora empezó a cantar: «¡Queremos un nuevo árbitro! ¡Queremos un nuevo árbitro!». Al momento, otros padres se unieron al coro. El árbitro sonrió, se dio vuelta hacia la multitud y gritó: «¡Quiero nuevos padres! ¡Quiero nuevos padres!». La interrupción se terminó.
Es importante que los padres den un buen ejemplo porque sus hijos los están observando. Los padres creyentes pueden fomentar buenos hábitos y un comportamiento apropiado haciendo cosas como estas:
• Orar por y con ellos, para que aprendan a caminar con Dios. «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias» (Colosenses 4:2).
• Leerles la Biblia y enseñarles de ella, para que aprendan la verdad de Dios. «Y las [palabras de Dios] repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes» (Deuteronomio 6:7).
• Contarles acerca de Jesús, y guiarlos a poner su fe en Él. «… el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios» (Juan 3:3).
La mejor manera de darles un buen ejemplo a nuestros hijos es practicar nuestra fe delante de ellos. Mientras miran, aprenden qué es lo más importante.
Los hijos tal vez no hereden los talentos de sus padres, pero sí absorberán sus valores.
Biblia en un año: 

Saturday, January 29, 2011

SEIS PALABRAS

ENERO 29

LEA: 1 Reyes 10:23; 11:1-10
Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. —Eclesiastés 12:13

El sitio de Internet Smith, una comunidad virtual que «disfruta del gozo de contar historias», invitaba a sus lectores a enviar frases de seis palabras que describieran sus vidas. Miles respondieron con breves biografías que iban desde un simple «Esposa dulce, hijos buenos: soy rico» hasta un angustioso: «Sesenta. Sin perdonar a mis padres».
Con base en la Escritura, traté de imaginarme cómo hubiera resumido el rey Salomón su vida en seis palabras. De joven, podría haber escrito: Dios me dio una gran sabiduría. Pero en sus últimos años, tal vez habría dicho: Debería haber practicado lo que prediqué.
Durante un reinado caracterizado por la paz y la prosperidad, Salomón comenzó a tener problemas espirituales del corazón. Cuando llegó a viejo, «sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David» (1 Reyes 11:4). Eso dio como resultado el desagrado de Dios y un final triste para una vida previamente ejemplar (v. 9).
Es probable que la gran cantidad de veces que Salomón usó la palabra vanidad (o sin sentido) en Eclesiastés indique lo desilusionado que estaba de la vida. Este rey, antes sabio, que lo tenía todo, lo perdió todo y meditó sobre todo, concluyó el libro con estas últimas palabras: «Teme a Dios, […] guarda sus mandamientos» (12:13).
Estas son seis palabras que vale la pena escuchar.
La obediencia a Dios es la clave para una vida de bendición.
Biblia en un año: 

Thursday, January 27, 2011

CIUDAD TERREMOTO

ENERO 28

LEA: Hechos 16:23-34
Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían… —Hechos 16:26

En su libro Una grieta en el borde del mundo, Simon Winchester escribe sobre Parkfield, California, un pequeño pueblo con tendencia a los terremotos. Para atraer turistas, el cartel de un hotel dice: «Duerma aquí cuando ocurra». El menú de un restaurante ofrece un bistec de gran tamaño llamado «El grande» y un postre denominado «Réplicas». Pero dejando las bromas de lado, un terremoto de verdad puede ser una experiencia aterradora. Yo lo sé porque estuve en California durante algunos temblores.
En el libro de Hechos, leemos que Dios usó un terremoto para abrir el corazón de algunas personas al evangelio. Después de ser falsamente acusados, Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos. Cerca de la medianoche, un terremoto retumbó en la prisión, abrió las puertas de los calabozos y soltó las cadenas de los presos. Cuando el carcelero supo que Pablo y Silas no habían tratado de escapar, preguntó: «¿Qué debo hacer para ser salvo?» (16:30). Ellos dijeron: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa» (v. 31). Esa noche, el carcelero y su familia creyeron y fueron bautizados. Y todo empezó con un terremoto.
A veces, las dificultades de la vida hacen que las personas sean más receptivas al evangelio. ¿Conoces a alguien que esté atravesando una crisis? Comienza a orar, mantente en contacto con esa persona y estate listo para expresarle tu compasión y testificarle de Cristo.
Muchos llegan a tener fe a través de los problemas.
Biblia en un año: 


Wednesday, January 26, 2011

AL REVES

ENERO 27


LEA: Mateo 5:38-48
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos… —Mateo 5:43-44

Si me preguntaras quién soy, te diría que soy seguidor de Cristo. Sin embargo, debo admitir que, a veces, seguirlo es un verdadero desafío. Él me dice que haga cosas como regocijarme cuando me persiguen (Mateo 5:11-12), poner la otra mejilla (vv. 38-39), dar a la persona que quiere quitarme algo (vv. 40-42), amar a mis enemigos, bendecir a quienes me maldicen y hacer bien a los que me odian (vv. 43-44). Esta clase de vida me parece totalmente al revés.
Pero he llegado a la conclusión de que Él no es el que está al revés, sino yo. Todos nosotros nacimos caídos y destruidos. Al haber sido retorcidos por el pecado, nuestros primeros instintos suelen ser equivocados, lo que inevitablemente genera un gran caos.
Somos como una tostada untada con mermelada, que ha caído al revés en el piso de la cocina. Dejados a la ventura, podemos convertir todo en un tremendo lío. Pero, entonces, llega Jesús y, como si fuera una espátula divina, nos levanta del suelo de nuestro andar pecaminoso y nos da la vuelta. Y a medida que seguimos sus caminos desde el lado correcto, descubrimos que poner la otra mejilla impide que generemos una pelea, que es mejor dar que recibir y que morir al yo es la mejor manera de vivir.
Después de todo, Sus caminos no son nuestros caminos (Isaías 55:8), ¡y he llegado a darme cuenta de que Sus métodos son siempre lo mejor!
Lo que a nosotros puede parecernos al revés, para Dios está al derecho.
Biblia en un año: 

Tuesday, January 25, 2011

COMO UN HIPOCRITA

ENERO 26

LEA: Efesios 2:1-10
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor […], nos dio vida juntamente con Cristo… —Efesios 2:4-5

Ray Stedman contó sobre un joven que dejó de asistir a la iglesia donde él era pastor. El muchacho dijo que cuando estaba en el trabajo, a veces se descontrolaba y trataba mal a sus compañeros. Entonces, cuando llegaba el domingo, no quería ir a la iglesia porque se sentía hipócrita.
Stedman le dijo a su joven amigo: «Un hipócrita es alguien que actúa como lo que no es. Cuando tú vienes a la iglesia, actúas como un creyente. O sea que en la iglesia, no eres hipócrita». De pronto, el joven se dio cuenta de cuál era el lugar donde realmente era hipócrita. Reconoció que la solución no era dejar de ir a la iglesia, sino cambiar su manera de actuar en el trabajo.
El término hipócrita viene de una palabra griega que significa «representar el papel de un actor». Quiere decir que simulamos ser alguien que no somos. Como creyentes en Cristo, a veces olvidamos nuestra verdadera identidad. No nos acordamos de que somos responsables delante de Dios. Cuando esto sucede, vivimos tal como andábamos «en otro tiempo» (Efesios 2:2) y, entonces, somos hipócritas.
No permitamos que nuestra antigua manera de andar nos haga actuar como lo que no somos, sino que, por la gracia de Dios, vivamos de tal modo que demostremos que «nos dio vida juntamente con Cristo» (v. 5). Este es el remedio justo para la hipocresía.
La inconstancia de los creyentes es lo que más ayuda al diablo.
Biblia en un año: 

BASTA DE LUCHAS

ENERO 25

LEA: Apocalipsis 21:1-4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos… —Apocalipsis 21:4

En 2006, Fay Weldon atravesó lo que ella creyó ser una experiencia cercana a la muerte, cuando una reacción alérgica hizo que su corazón se detuviera. Le volvió a contar el episodio a Elizabeth Grice, del Daily Telegraph de Londres. Dijo que una «criatura terrible» trataba de arrastrarla por unas puertas de perlas, mientras los médicos intentaban hacerla volver. Más tarde, agregó: «Si eso era morir, no quiero volver a hacerlo. Es más de lo mismo. Seguir luchando».
A menudo, el proceso de morirse es una lucha. Sin embargo, los creyentes en Cristo no necesitamos temerle a la muerte… porque nos lleva al cielo. En Apocalipsis, Juan describe de manera maravillosa cómo será la eternidad con Dios (21:1-4). Él ve que la nueva Jerusalén desciende del cielo. La ciudad de Jerusalén era un símbolo palpable del pueblo de Dios y se la describía como el lugar de la morada de Dios (Salmo 76:2). En cambio, la nueva Jerusalén no estará hecha por manos humanas. Será el sitio donde el Señor vivirá eternamente con Su pueblo y también un lugar del «no más»: no más dolor, tristeza ni enfermedad.
No conocemos mucho sobre la eternidad, pero sí sabemos que, para el creyente, sin importar cuáles sean ahora nuestras luchas físicas y emocionales, todas ellas acabarán. La vida con Dios será incomparablemente mejor.
Los deleites del cielo superarán infinitamente las dificultades de la tierra.
Biblia en un año:
Éxodo 12–13
Mateo 16

Sunday, January 23, 2011

SIGUE SIENDO CIERTO

ENERO 24

LEA: Hechos 17:16-31
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. —Hechos 17:16

La Biblioteca Chester Beatty, en Dublín, Irlanda, tiene una amplia colección de fragmentos antiguos de la Biblia, que datan del siglo ii. Una de las muestras es una porción de Hechos 17:16.
No obstante, el mensaje que exhibe este antiguo fragmento es tan actual como el de un periódico de hoy. Dice: «Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría». El apóstol estaba enojado por la proliferación de ídolos en la antigua Atenas, y estoy convencido de que hoy se disgustaría con nosotros.
Algunos ídolos que vemos en la actualidad son distintos a los de la época de Pablo. Ya sea que se trate de riqueza, fama, poder, deportes, entretenimientos o política, estos ídolos contemporáneos abundan. Como siempre, nuestro enemigo espiritual, Satanás, busca seducirnos para que nos alejemos del Salvador y adoremos a dioses falsos. Los creyentes no son inmunes; por eso, debemos proteger nuestro corazón para no caer en la hipocresía de enojarnos con los incrédulos que parecen adorar cualquier cosa, menos a Dios.
Nosotros también debemos aferrarnos al amor del Señor para alcanzar a aquellos que no lo conocen. Luego, como los creyentes de Tesalónica, debemos volvernos «de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero» (1 Tesalonicenses 1:9).
Un ídolo es todo aquello que ocupa el lugar que le corresponde a Dios.
Biblia en un año:
Éxodo 9–11
Mateo 15:21-39

DIOS ESTA TRABAJANDO

ENERO 23

LEA: Éxodo 14:26–15:2
… Este es mi Dios, y lo alabaré… —Éxodo 15:2

Una noche, ya tarde, José y Teresa iban en su auto al hospital para que naciera su segundo hijo, pero sucedió algo inesperado. ¡Ella empezó a dar a luz al bebé! José llamó a emergencias y una operadora pudo guiarlo para que ayudara en el parto. Pero el bebé no respiraba. Entonces, la operadora le indicó cómo hacer respiración artificial, lo cual él tuvo que hacer durante seis minutos cargados de ansiedad. Por fin, el recién nacido tomó aire y se puso a llorar. Más tarde, cuando les preguntaron cómo habían hecho para enfrentar semejante experiencia y permanecer calmos, la operadora respondió: «¡Me alegro de que Dios trabaje a medianoche!».
Me encanta escuchar informes en los medios donde el Señor recibe la gloria que se merece por algo bueno que ha sucedido. En la lectura bíblica de hoy, es evidente que Dios debía recibir el reconocimiento por dividir el mar Rojo para ayudar a Su pueblo a escapar del faraón, aunque Moisés había sido el que levantó la vara (Éxodo 14:26-27). Todos los israelitas y su líder se reunieron y cantaron alabanzas al Señor: «¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?» (15:11).
Cuando sucede algo bueno, el Señor merece el reconocimiento, porque Él es la fuente de todo bien. Dale a Él la gloria. ¿No estás contento de que trabaje a medianoche?
Ver que Dios trabaja pone una canción en nuestro corazón.
Biblia en un año:
Éxodo 7–8
Mateo 15:1-20

Saturday, January 22, 2011

EL MARGINADO

ENERO 22

LEA: Santiago 2:1-9
… si hacéis acepción de personas, cometéis pecado… —Santiago 2:9

Tenía la cara sucia y el cabello largo y mugriento. La cerveza le había manchado la ropa y el olor se esparcía por todas partes. Cuando entró en el edificio de la iglesia, los asistentes a la reunión del domingo lo ignoraron. Se quedaron pasmados cuando el hombre se acercó al púlpito, se quitó la peluca y comenzó a predicar. En ese preciso instante, se dieron cuenta de que era el pastor.
No sé cómo será en tu caso, pero yo tiendo a ser amigable y a saludar a las personas que conozco y a aquellos que tienen buen aspecto.
Santiago hizo una solemne advertencia a las personas como yo. Dijo: «… si hacéis acepción de personas, cometéis pecado…» (2:9). El favoritismo basado en la apariencia o en la posición económica no tiene lugar en la familia de Dios. De hecho, significa que nos hemos convertido en «jueces con malos pensamientos» (v. 4).
Gracias al Señor, podemos evitar el trato preferencial si amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, sin importar quién sea. Alcanzar al hombre que no tiene un hogar, a la mujer hambrienta o al joven con un corazón quebrantado significa que estamos cumpliendo «la ley real, conforme a la Escritura» (v. 8).
En un mundo que aparta con el brazo a los marginados, mostremos el amor de Cristo y abracemos a quienes más necesitan que nos ocupemos de ellos.
El amor cristiano verdadero ayuda a aquellos que no pueden devolver el favor.
Biblia en un año:
Éxodo 4–6
Mateo 14:22-36

Friday, January 21, 2011

NATURALEZA Y VACIO

ENERO 21

LEA: Efesios 3:14-21
… que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. —Efesios 3:19

Según el antiguo filósofo Aristóteles, «la naturaleza aborrece el vacío». Basaba su conclusión en la observación de que la naturaleza exige que todo espacio esté lleno de algo, aunque solo sea el aire incoloro e inodoro.
El mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual. Cuando el Espíritu Santo empieza a convencernos de pecado, de inmediato nos viene a la mente la idea de comenzar un plan para mejorar personalmente. Nos esforzamos al máximo para terminar con nuestros peores hábitos. Sin embargo, todo intento de liberarnos de pensamientos, actitudes y deseos impuros está destinado al fracaso, porque despojarnos de cualquiera de estas cosas genera un vacío en nuestra alma. En cuanto nos vaciamos de un vicio, entran otros en su lugar, y terminamos igual de mal o peor de lo que empezamos.
Pensar en los vacíos nos ayuda a entender la importancia de lo que Pablo les decía a los efesios cuando oraba para que Cristo morara en los corazones de ellos por medio de la fe y para que «[conocieran] el amor de Cristo, para que [fueran] llenos de toda la plenitud de Dios» (3:19).
La única solución permanente para el problema del pecado en nuestra vida es sustituirlo con el amor de Jesús, que llena el vacío. Cuanto más llenos estamos de Su amor, menos lugar hay para cualquier cosa mala.
No necesitamos arreglar nuestra casa antes que Cristo entre. Él la acomoda después de dejarlo entrar.
Biblia en un año:
Éxodo 1–3
Mateo 14:1-21

Thursday, January 20, 2011

TEMOR Y AMOR

ENERO 20

LEA: Deuteronomio 10:12-17
… ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que [le] temas […], y que lo ames…? —Deuteronomio 10:12


Alguien me contó lo que observó sobre sus dos jefes. A uno de ellos, sus subordinados lo aman, pero no le temen. Como aman a su jefe, pero no respetan su autoridad, no siguen sus instrucciones. Al otro jefe, los que trabajan bajo sus órdenes lo aman y le temen, y esto se demuestra en el comportamiento de ellos.
El Señor desea que Su pueblo le tema y que también lo ame. El pasaje bíblico de hoy, Deuteronomio 10, dice que el obedecer Sus instrucciones implica ambas cosas. En el v. 12, se nos indica que debemos temer al Señor nuestro Dios y amarlo.
Temer a Dios el Señor es respetarlo al máximo. Para el creyente, no es una cuestión de sentirse intimidado por Él o por Su carácter, sino de andar en todos Sus caminos y de cumplir Sus mandamientos, porque respeta Su persona y Su autoridad. Por amor, lo servimos de todo corazón y con toda nuestra alma; no por simple obligación (v. 12).
El amor brota de una profunda gratitud por Su amor hacia nosotros; no porque nos guste o nos disguste. «Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero» (1 Juan 4:19). Nuestro temor y amor a Dios nos capacita para andar voluntariamente en obediencia a Su ley.
Si tememos y amamos a Dios, lo obedeceremos.
Biblia en un año: 

Tuesday, January 18, 2011

CUANDO ALGUIEN CAE

ENERO 19

LEA: 1 Corintios 10:1-13
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. —1 Corintios 10:12

Oír sobre la mala conducta de una figura pública respetable se ha convertido en algo tan usual que, aunque tal vez nos decepcionemos profundamente, casi no nos sorprende. Pero ¿cómo deberíamos reaccionar ante la noticia de un fracaso moral de una persona destacada o de un amigo? Podríamos empezar mirándonos a nosotros mismos. Hace un siglo, Oswald Chambers les dijo a sus alumnos del instituto bíblico Bible Training College, en Londres: «Manténganse siempre alertas ante la realidad de que allí donde un hombre ha vuelto atrás es exactamente donde cualquiera puede hacerlo […]. La fortaleza desprotegida es doble debilidad».
Las palabras de Chambers hacen eco de la advertencia de Pablo a ser conscientes de nuestra propia vulnerabilidad cuando vemos los pecados de otros. Después de hacer un repaso de la desobediencia de los israelitas en el desierto (1 Corintios 10:1-5), el apóstol instó a sus lectores a aprender de esos pecados para que no los repitieran (vv. 6-11). No se centró en los pecados pasados, sino en el orgullo presente, cuando escribió: «… el que piensa estar firme, mire que no caiga» (v. 12).
Sacudir la cabeza a manera de reproche es una reacción común ante el pecado manifiesto. Sin embargo, es más útil la cabeza que asiente, diciendo: «Sí, yo también soy capaz de hacer eso», y que después se inclina para orar por aquel que ha caído y por el que piensa que está firme.
Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. —Proverbios 16:18
Biblia en un año: 

Monday, January 17, 2011

UN LIBRO ABIERTO

ENERO 18

LEA: Jeremías 31:31-34
… sois carta de Cristo… —2 Corintios 3:3

Como soy escritor, en ocasiones algún amigo me dice: «Algún día me gustaría escribir un libro».
«Es una meta elogiable —contesto yo— y espero que lo hagas. Pero es mejor ser un libro que escribirlo».
Estoy pensando en las palabras del apóstol Pablo: «siendo manifiesto que sois carta de Cristo […], escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón» (2 Corintios 3:3).
En su libro La práctica de la piedad, Lewis Bayly, capellán del rey Jaime I de Inglaterra, dijo que «el que espera producir algo bueno con sus escritos» descubrirá que «instruirá a muy pocos […]. Por lo tanto, el medio más poderoso para promover lo bueno es el ejemplo […]. Un hombre entre mil puede escribir un libro para instruir a sus prójimos […], pero todos pueden ser modelos de excelencia viviente para quienes los rodean».
La obra que Cristo está haciendo en los creyentes puede ejercer una influencia mucho mayor que cualquier libro que puedan escribir. Por medio de la Palabra de Dios, escrita «en [sus] corazones» (Jeremías 31:33), el Señor muestra Su amor y bondad para que todos vean.
Como creyente, quizá nunca escribas un libro, ¡pero al vivir para Dios, serás uno! Un libro abierto, una «carta de Cristo» para que todos lean.
Si alguien leyera tu vida como un libro, ¿encontraría a Jesús en sus páginas?

Sunday, January 16, 2011

CONDUCIR SIN LUZ

ENERO 17

LEA: Salmo 119:105-112
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. —Salmo 119:105

Siempre he pensado que podría superar casi cualquier situación si el Señor me anticipara el resultado. No dudo de que «todas las cosas […] ayudan a bien» (Romanos 8:28), pero me iría mucho mejor durante los tiempos difíciles si supiera exactamente qué aspecto tiene el «bien».
Sin embargo, por lo general, Dios no nos muestra adónde nos está llevando, sino que solo nos pide que confiemos en Él. Es como conducir un automóvil durante la noche. Las luces nunca alumbran el trayecto completo hasta nuestro destino, sino que iluminan solo unos 50 metros al frente. Pero esto no nos desamina a continuar avanzando, ya que confiamos en ellas. Lo único que en realidad necesitamos es suficiente luz para seguir adelante.
La Palabra de Dios es como las luces delanteras en momentos oscuros. Está llena de promesas necesarias para que nuestra vida no caiga en la zanja de la amargura y la desesperación. Su Palabra promete que Él nunca nos dejará ni nos desamparará (Hebreos 13:5). Nos asegura que sabe lo que tiene pensado para nuestra vida: planes de paz y no de mal, para darnos el fin que esperamos (Jeremías 29:11). Y también nos dice que el objetivo de las pruebas es convertirnos en personas mejores, no amargadas (Santiago 1:2-4).
Así que, la próxima vez que te parezca que estás conduciendo en la oscuridad, recuerda que debes confiar en tu luz delantera: la Palabra de Dios te iluminará el camino.
No tropezarás en la oscuridad si caminas a la luz de la Palabra de Dios.
Biblia en un año: 
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POTENCIAL DE UN NIÑO

ENERO 16

LEA: Proverbios 22:1-6
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. —Proverbios 22:6
Louis Armstrong era famoso por su cara sonriente, su voz rasposa, su pañuelo blanco y su virtuosismo con la trompeta. No obstante, su niñez se caracterizó por el sufrimiento y las necesidades. Su padre lo abandonó cuando era bebé y, con solo doce años, lo mandaron a un reformatorio. Lo sorprendente fue que esto se convirtió en un punto decisivo y beneficioso para su vida.
El profesor Peter Davis visitaba periódicamente la escuela y les enseñaba música a los muchachos. Al poco tiempo, Louis se destacó como trompetista y se convirtió en el líder de la banda musical. La trayectoria de su vida pareció haber sido reajustada para que llegara a ser un famoso trompetista y artista.
La historia de Louis puede ser un ejemplo para los padres creyentes. El proverbio que dice «instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6) puede aplicarse no solo al aspecto moral y espiritual de la vida de nuestros hijos. También deberíamos darnos cuenta de que los talentos de un niño a menudo determinarán las áreas que les resultarán más interesantes. En el caso de Louis, una pequeña capacitación musical dio como resultado un trompetista virtuoso.
A medida que les enseñamos con amor la Palabra de Dios a nuestros hijos, deberíamos fomentar sus capacidades y preferencias para que lleguen a convertirse en aquello que el Señor planeó para sus vidas.
Salva un niño, salva una vida.
Biblia en un año:
Génesis 39–40
Mateo 11